HISTORIA de Fontioso

HISTORIA de FONTIOSO

En el Siglo XI encontramos la primera referencia escrita a la población. Se trata de una carta de donación, del 24 de Octubre del año 1032, por la que Doña Gontroda vende a la reina Doña Urraca la Villa de Fontioso por CCCC sueldos de plata. Por este documento sabemos que Fontioso (Fonte de Osso en el documento) lindaba con las poblaciones de Solarana (Solerana), Rabé de los Escuderos, Granja Guímara, entonces municipio independiente, y Cilleruelo de Arriba (Zelleruelo de Pineta). El nombre se debe a que había abundancia de osos. En ese amplio descampado que atraviesa la carretera de Burgos a Madrid, que se inicia al acabar de subir la cuesta del Risco y en el km 189 de la A-1, se localiza FONTIOSO, a 15 km de Lerma, a 37 km de Aranda de Duero y a 55 de Burgos. La orografía de Fontioso está compuesta por extensos campos agrícolas y vitícolas, así como por un generoso y frondoso monte bajo compuesto por enebros y encinas. Fontioso es la capital del municipio, que cuenta además con la Granja Guímara, situada al sur, a 6 km de la cabecera, en la Autovía del Norte.

En el Libro Becerro de las Behetrías, el lugar de Fontioso aparece como solariego del Monasterio de Villamayor de los Montes, tal vez el Monasterio de Santa María La Real de Villamayor de los Montes, próximo a Lerma. Por tanto, el lugar de Fontioso contaría con siete vecinos hidalgos, dos aportillados y algún mozo de soldada. En la receptoría del pedido de 1475 de la Merindad de Santo Domingo de Silos, junto a cada lugar solariego, podemos contemplar su titular. En el caso de Fontioso el lugar aparece como una Behetría, es decir, un lugar de realengo. Cuando menos, antes de 1475, el lugar fue comprado por los siete hidalgos a su anterior titular.

La Villa de Fontioso alcanza cierto protagonismo durante la Guerra de la Independencia, en la que el Camino Real que hasta la construcción de la Carretera de Burgos pasaba por la localidad, fue utilizado por las tropas francesas para transitar entre las guarniciones de Aranda de Duero y Lerma.

El Cura Merino

Toma protagonismo entonces Jerónimo Merino Cob “El Cura Merino”, sacerdote y líder guerrillero español durante la guerra y ejerciendo de párroco en su pueblo natal (Villoviado), pudo apreciar el maltrato que recibía la gente de su pueblo por parte de las tropas francesas; lo que le incitó a convertirse en guerrillero. Durante la guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico, se convirtió en uno de los más prestigiosos guerrilleros de la resistencia española. El 6 de enero de 1809, noche de Reyes, tiene lugar la primera acción de guerra del Cura Merino, atacando a un correo y su escolta en Fontioso. Cuenta las gentes de Fontioso que el Cura Merino se refugiaba junto con su grupo de guerrilleros en la Posada de Caballos y Caballeros situada en la calle Real de Fontioso desde donde planificaban sus hazañas y recuperaban las fuerzas para volver a hostigar al enemigo. Hoy en día la Posada se ha rehabilitado como casa particular, aunque sigue manteniendo su identificación de Posada de Caballeros de la época, a través de una cara de piedra esculpida en la fachada a modo de letrero.

El Campo de Fontioso es el lugar en el que Pío Baroja ubica, en su novela “Memorias de un hombre de Acción”, a su antepasado Eugenio de Aviraneta, la escena en la que Juan Martín «El Empecinado» firma la «Carta de don Juan Martín el Empecinado al cura Merino, con motivo de la horrenda crueldad que ha usado con los soldados de Cataluña.», a los que, según la novela, Merino fusiló y descuartizó mandando enterrar sus despojos a orillas del Arlanza. Ya en el año 1943 acogió un destacamento de penados que trabajaron en las canteras para la empresa Gutiérrez Oliva y en la construcción de la línea férrea de Madrid- Burgos.

En lo más alto del pueblo y rodeada de amplio atrio, está situada su iglesia, dedicada a Santa Columba y San Isidro. Fontioso es un pueblo eminentemente agrícola, por lo que se venera a San Isidro por ser el patrón de los agricultores. Su patrona es Santa Columba por un doble motivo: de una parte, por estar unida la imagen al oso, y por otra la existencia de numerosos palomares o columbarios, hoy en día se mantienen 16 palomares.

Su iglesia (siglo XVII) consta de una hermosa fábrica de una nave con dos capillas en cruz latina, con bóvedas de crucería y aleros moldurados. El ábside es rectangular con pilastrones en esquinas hasta el alero. La portada es clasicista con pilastrones moldurados, con hornacina con imagen de la Santa y rematada en cruz. La torre es en espadaña de dos cuerpos rematados decorados, rematada en bolas y frontón con tres huecos y dos campanas.

La historia de Santa Columba, patrona de Fontioso, es bastante legendaria. Se dice que, a los dieciséis años de edad, huyó de Hispania para marchar a la Galia con la finalidad de escapar a las persecuciones del emperador Aureliano. No obstante, fue localizada y apresada. Mientras estaba en prisión, uno de los guardias de la prisión intentó violarla. Un oso que se usaba en un anfiteatro cercano atacó al guardia y la rescató. Sin embargo, más tarde fue martirizada en Meaux, una ciudad francesa. Cuenta la hagiografía católica que la condenaron a morir en la hoguera, pero que, al resistir a las llamas, la degollaron en un bosque cercano. Donde cayó su sangre creció un arroyo. En las dos imágenes de Santa Columba en Fontioso están representadas como una doncella coronada; una tiene un oso encadenado y la otra sostiene un libro y una pluma de pavo real. Columbario deriva de columba, “paloma” en latín, por el parecido de esta construcción con las casas de estas aves («palomares»). Los romanos cimentaron en la península ibérica la tradición de criar palomas como aporte proteínico en una dieta equilibrada, al tiempo que utilizaban los excrementos de estas volátiles (la palomina) como excelente fertilizante para los campos agrícolas y vitícolas de Fontioso. Los palomares o columbarios de base redonda y cuadrada que existen en la actualidad en Fontioso son 16. Posiblemente Fontioso sea el pueblo de Burgos con más Palomares.

Otra idiosincrasia de Fontioso son sus Bodegas. Aunque algunas viviendas del municipio albergan una pequeña bodega, uno de los rasgos característicos de Fontioso son sus barrios de bodegas. Así encontramos uno, más pequeño, en las inmediaciones de la Iglesia, y otro, más amplio, recorriendo la ladera que baja de La Pinilla. En ambos casos se aprovecha el desnivel para iniciar la excavación que conduce al interior. La entrada, consta de fachadas de piedra y puertas de madera, de tablones o directamente troncos sin desbastar, con grandes vanos, que facilitan la aireación del interior. Tras ella una escalera, de tierra, madera o piedra, se prolonga bajo grandes losas cuadradas de piedra dispuestas en «uve», que sujetan la tierra extraída y depositada sobre la construcción para aumentar su aislamiento. Al pie de la escalera una galería, más o menos larga, que da acceso a distintas estancias, o nichos, donde se encuentran los toneles y se almacena el vino embotellado. En muchos casos el sistema de aireación se completa con las zarceras, agujeros de la bodega que se realizan en su parte posterior y que se rematan al exterior con piedras amontonadas o con la forma de chimeneas. Fontioso tenía 83 habitantes en el año 1848, como afirma en su Diccionario geográfico Pascual Madoz. Después de un considerable crecimiento a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, como la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, presentaba en 1900 un censo de 288 personas. Había crecido aún mucho más en la difícil primera mitad del siglo XX, y contaba en 1950 con 370 habitantes. Pero la dura realidad de la emigración de la segunda mitad del siglo lo ha dejado reducido a 45 personas en el último censo en 2022, 5 habitantes menos que el en el año 2021.